Tras los exámenes y el comienzo de las vacaciones algunos del grupo se iban a Praga y la verdad es que me picaba mucho el ir para allá..En un primer momento también iba a venir Antonio (mi compi de piso,para otras "Tronco") y Ángela, pero después se cayeron del plan unos por viajes y otros por amor...jejeje. Total que decidí irme con Juan (mi nuevo compañero de piso), Aven, Cuenca y una amiga de David, también de Cuenca que ahora vive el Bratislava. Yo me fui más tarde que ellos, sola en un tren nocturno que Carlos denominaría "el tren del infierno/ de la muerte/ de Auschwitz" (siempre ha tenido gran imaginación para los nombres...), me reencontraría con ellos por la mañana en su hostal cuando llegase del largo viaje...largo no por los kilómetros que nos distancian (555 para ser exactos) sino por el tiempo que aquí conlleva el ir de un lado para otro...Así que llegué a las 8 a su hostal, aproveché para ducharme y desayunar allí por la cara como buena española y nos fuimos a hacer un freetour. La verdad es que gracia no tenía la muchacha, pero si que nos sirvió para hacernos una idea de por dónde nos teníamos que mover los demás días y qué debíamos visitar.
Nosotros pusimos incapié esos días en el barrio judío, la zona centro y un castillo que estaba más apartado, pero que se encontraba al lado de nuestro apartamento. Apartamento que me recordó a la casa de Marshall y Lili (cómo conoci a vuestra madre..) con el suelo y los techos torcidos, aun así nos gustó muchísimo y pudimos ahorrar cocinando en casa y desayunando todos los días allí, porque los precios son muy parejos a España...nada que ver con nuestro ya queridísimo Zloty que nos permite una vidorra...
En el barrio judío compramos un abono para ver el cementerio, algunos museos y algunas sinagogas. En uno de los museos impactaba ver salas y sales con nombres muy pequeños, esos nombres son de desaparecidos en los distintos campos de concentración, fueron tapados hace años pero ahora lo están resturando uno por uno. Demasiados nombres había...
Sobre el cementerio decir que aunque había una comunidad muy grande de judíos en Praga era minúsculo porque las autoridades no cedían terrenos y no les está permitido incinerar, así que enterraban a lo alto de este modo el cementerio ha quedado en algunos metros por encima del nivel de la calle y con cientos de lápidas unas encima de otras..Impactaba bastante. 
Luego resaltar la Sinagoga Española, era preciosa. No parecía una Sinagoga porque tenía muchisímos motivos árabes. Ésto tiene una explicación ya que los musulmanes ayudaron a los judíos a salir de España, por ello les dedicaron esta sinagoga, como agradecimiento.
También fuímos al Castillo, la verdad es que era muy bonito, resaltando sobre todo la cated
ral y las vistas de todo Praga que pudimos disfrutar hasta que se hizo de noche.En Praga no tuvimos mucha fiesta..el primer día porque estábamos más que muertos y el segundo pues a las 3 en casa después de unas cerves por el centro, un rato de Casino para ver como Aven se gastaba los cuartos y un chino ganaba que daba gusto...Al día siguiente teníamos un día duro ya que no íbamos a tener apartamento y nos tenía que quedar por Praga hasta coger cada uno su transporte, yo me volvía sola a las 9 ya que íbamos a celebrar la despedida de Antonio.. :(
el tren del infierno...fabuloso
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